Cyberpunk 2077


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Estoy recorriendo las calles de Night City en motocicleta. Veo los reflejos de las luces neón en el concreto: una curiosa entremezcla de película noir y ciencia ficción. Los anuncios holográficos penetran el cielo en una secuencia de repeticiones, anuncios escandalosos y sobresexualizados, estridentes y satíricos. Más allá de la imagen, lo que representa esta ciudad binaria, empiezo a sentirme cómodo y maravillado y rápidamente deduzco por qué: Night City me recuerda los miradores de mi propia ciudad basura. Una ciudad llena de recovecos peligrosos, estructuras incompletas y fascinantes, barrios sobre pendientes peligrosas y altares a dioses graffitti, ballenas de concreto y monstruos ferruginosos. 

A pesar de que Cyberpunk 2077 es como una novela ubicada en una  metrópolis que simula las grandes distopias ficticias del cine y la literatura del género homónimo, no dudo que más allá de las luces neon y las estatuas de los dioses tecnológicos, los diseñadores estudiaron a fondo mi ciudad de México, la chingona, la herida. Y no me equivoco, pues unas semanas más tarde descubro a una de sus pandillas de mañosos, los Valentino, quienes te imprecan en español chilango cuando los enfrentas. A la voz de “Chingas a tu madre, perrita”, “Te vamos a partir tu madre” y “Carnal, no te mueras, ¡no te mueras!”, tienes enfrentamientos con esta banda que no tiene un acento pocho o norteño, pero definitivamente me suena a chilango de barrio. 

Creo que estaría chingón entrevistar al encargado de voces y sonido, porque debo agradecerle todo ese amor mexicano. Por si fuera poco, a nivel historia, tu primer contacto significativo con un personaje, es a través de Jackie, una especie de pocho chilango que combina el inglés con el mexicano y cómodamente insulta a los malosos con sonoros: “chingada madre”. Aunque el acento de Jackie se tambalea con algunos diálogos, me parece lo suficientemente consistente para mantener la ilusión. Pero no son las únicas voces de Night City: ruso, polaco, japonés, chino y creole. La mescolanza de lenguajes sostienen la ilusión de que en este futuro distópico, la torre de babel se vive en una misma ciudad. 

A nivel internet, no puedo odiar a Cyberpunk aunque a otros les parece fácil. Un poco de contexto: el juego prometió un chingo de cosas y cuando lo liberaron, se destapó la lata de gusanos: empezaron a llamarlo Cyberbug porque tenía carros que desaparecían, policías extremadamente agresivos, NPCs que súbitamente ponían la pose de una T como Cristos clavados a una cruz hipertecnológica. Algunos reseñistas recalcaron que en consolas de generación pasada estaba injugable, y eso apenas en fechas de transición a la nueva generación: PS5, Xbox S. Imposible en esta generación de consumidores felices. La gente que compró este juego por aquello que llaman inmersión se sintió sumamente ofendida. 

(Eso de la inmersión no es otra cosa que una sana capacidad de creer, o de imaginarse, adentro de un mundo de ficción.Esto, por cierto, igual sucede con un hardware muy básico, se le llama libro, y un libro no necesita shaders, rutinas algorítmicas complejas o inteligencia artificial que lo sostenga.) 

La gente goza de algo que suele llamarse la “suspensión de la incredulidad” o suspension of disbelief, según los gringos, y esta es una herramienta muy humana, e importante para adoptar como espectadores, lectores o jugadores cualquier mundo de ficción como una posibilidad, un lugar que podemos habitar y, sobre todo para los escapistas y los brujos, un segundo hogar donde uno puede refugiarse de algunas realidades. Permitirse creer funciona en muchos medios, tanto en las páginas mal impresas de un libro, como en los bugs asquerosos de un cyberpunk 2077. 

Un montón de clientes pidieron su dinero de vuelta. Se abrieron sitios especiales para limpiar el cagadero y pedir tu reembolso de manera fácil y rápida. 

Yo lo compré en una súper oferta especial: un bundle que sacó GOG, Galaxy of Gaming, a unos fabulosos 40 dólares (o quizás eran unos 60, no puedo recordarlo bien). Por el precio te daban este juego junto con los Witcher. Libres de DRM, para compartir en familia, así mi hermano también pudo jugarlo en cuanto salió. 

Con el Cyberpunk 2077, Estrenamos juego que hizo chillar a nuestras tarjetas de video, él una flamante 6800 XT y yo una 5700 XT, ambas de AMD. Me suscribí al foro de reddit para leer noticias, ver capturas de pantalla y otras cosas mientras jugaba mi partida. Gran error. Reddit se convirtió en un pozo tóxico de gente dolida porque el juego nomás no daba, tiro por viaje, post de algún enfadoso que se echaba la cantaleta: “esto es un producto incompleto” y a la menor provocación, empezaban de nuevo a tirar pedradas a los desarrolladores, llamándolos flojos o incompetentes. Como parte de una empresa de videojuegos, sí me daba un poco de tristeza leer los comentarios. 

En mi experiencia personal, puedo decirles que trabajar en un juego es una proeza, es una chinga. 

La prensa gamer no estaba mejor: mencionaban los trenes que nunca sucedieron, las vidas de los NPCs y la supuesta historia que tenía cada uno de ellos, las mecánicas que no pasaron a la edición final como eso de correr por los muros igual que en Titanfall. Pero también estaba el otro lado, influencers vendidísimos que añadieron gasolina al fuego: siguieron sobrevendiendo el juego como si de ello dependiera la vida de sus madres y eso confundió al consumidor casual, o al consumidor sordo. Por eso la aproximación al juego, de mi parte, se volvió sumamente cautelosa y decidí que cualquier impresión inicial, más bien, podía ser un prejuicio insano (sí, quizás exagero, pero…). La gente top de RED estaba saboreándose jugosos bonos al ver todas las ganancias de la gente que seguía comprando un juego que no existía, el demo que representaba un juego que era una mera ilusión. Si bien creo que los desarrolladores no tienen la culpa, los entrevistados que exageraban y sobrevendían y ordenaron que se liberaran demos que explotaban mecánicas fallidas o imposibles, son culpables de vender un producto más allá de su propias posibilidades.   

Ahora que han pasado unos meses, y varios parches después, puedo decir que reddit se siente un poco más saludable y despejado; se ha convertido en un hub donde se comparten capturas de escenarios increíbles. Los modders ya están metiéndole cosas extrañas a V para que se vea más realista, o más monstruoso. Yo nunca experimenté errores o bugs tan graves que me rompieran la partida o me quitaran el disfrute. Conforme han pasado semanas, quizás meses, he disfrutado el juego todavía más. 

Creo que la inestabilidad en esta narrativa publicitaria ayudó a quitarme las expectativas de este juego. Muchos esperaban un GTA con habilidades maravillosas en esta ciudad muy bladerunnesca. Nada más lejos que eso, pues aunque hay mecánicas similares a GTA (como policías y ladrones), están mal implementadas o no son igual de divertidas. Otros quizás esperaban un Just Cause o un mundo abierto a la Watchdogs, y quizás esto se ajuste un poco mejor a la expectativa generada por esos juegos, aunque sin la variedad de artilugios o momentos de acción. Otros, supongo, pensaron que sería un The Witcher en el futuro. La mayoría de ellos creyeron que tendrían un combinado, el chile, mole y dulce perfectos, el mundo abierto en su máxima expresión. Podemos comparar estas expectativas altísimas con la emoción que sentimos cuando compramos un libro nuevo de nuestra serie preferida. Esa novedosa historia de Harry Potter, por ejemplo, donde este desarrollo de años se ha construido en nuestra mente junto con el mismo libro, y nuestra intuición se hace esclava de la imaginación, y pensamos continuamente a dónde irán o se moverán los personajes. 

También tenemos un desarrollo de estas vidas ficticias, casi paralelas a las nuestras, en la cabeza, como si fueran amigos de los cuales hemos recibido cartas (aunque no manden nada). Igual que un bibliófilo compra discos o libros, imaginando su propio mundo de ficción, el criterio con el que construye una biblioteca fantástica de casa, un mapa de países maravillosos e inexistentes donde asume este papel de explorador, arqueólogo de lo indecible, igual pasa con esta situación de imaginar un juego que no ha sido liberado, y así nos saboreamos que pronto podremos visitar sus calles y nos enfrentaremos a sus villanos, y creamos a nuestro personaje con estas habilidades inesperadas, mágicas. 

No solo PROJECT RED jugó con las expectativas de ocio y de entretenimiento, las cuales suelen ser exigentes y caprichosas, igual que los niños berrinchudos, pero también jugaron con las expectativas de una imaginación bruta, una que está dispuesta a ser moldeada a través del juego. Eso es el tamaño de la ambición. Y creo que no está mal ser ambiciosos en este medio, al contrario, es lo que empuja a la creación y lo que necesita muchísimo para seguir creciendo. Pero igual Cyberpunk fracasa, y es un fracaso triste por todo el presupuesto, la gente y las expectativas que lo construyeron. No es la mitad del juego que todos quisiéramos, pero es un hermosísimo fracaso. En mi caso, satisface esta imaginación bruta porque estoy dispuesto a vivir en su mundo, pero no es novedoso: para compararlo con otros mundos abiertos, es un lugar que está lleno de tareas, combates repetitivos que pueden ser satisfactorios o tediosos, y su propuesta se asemejan más a un Fallout o a un Skyrim, que un GTA. Hay árboles de crecimiento que hacen demasiado a tu personaje en niveles medios. También hay un supuesto origen que modifica algunas respuestas pero no cambia brutalmente la historia o no abre misiones significativas. Es un RPG sin complejidades, con una historia sólida, pero nada lo afecta gravemente, no como un Mass Effect, por ejemplo. Igual, mientras he navegado las calles de Night City, y he disfrutado de sus lluvias ácidas y sus tormentas de polvo, pienso en los modders: ellos abrirán la puerta a todos estos lugares que están cerrados y, quién sabe, quizás ellos liberen historias mucho más complejas, mucho más ricas, habilidades que van más allá de los criterios básicos y llevarán a este campo de juegos a lugares muy interesantes. 

Pero hablar con los personajes es un deleite. La voz femenina de V hace un buen trabajo para creerle que es una mercenaria chingona y peligrosa. Encuentras mujeres impresionantes, increíbles, que tienen una fortaleza para cargar sobre sus hombros la contaminación, el metal del mundo, como Judy y la muchacha trans, la de la Bestia. Si navegas lo suficiente, descubrirás inteligencias artificiales que adquieren consciencia, y se burlan de ti o te compadecen, más allá del personaje, el propio jugador que está viviendo estas transferencias simuladas, como Brendan o Delamain. Encontrarás gurús espirituales que están perdidos en sus propios constructos de fantasía, como el monje Zen que te invita a meditar en los lugares más extraños, o el loco que habla de conspiraciones y duerme en la calle, a unos metros de tu departamento. 

Keanu Reeves, o Johnny Silverhand, aparece de vez en cuando para soltar estas pildoritas sabias de cinismo durante las misiones. Y puedes tenerle lástima, es un idealista patético. Y tú desarrollas una relación con este constructo, el héroe punk de todos los parajes de ficción, y mentalmente tu héroe puede ser tan cinico u optimista como este Keanu, referencia al Schopenhauer, y el hombre que puede ser todos los hombres, y el cyberpunko que puede ser todos los héroes de un cyberpunko, y los dioses que son todos los dioses. 

Hay un complejísimo trabajo de escritura adentro de Cyberpunk, no solo para sus misiones pero alrededor de las mismas. Mientras navegas en Night City, encontrarás texto por todos lados: conversaciones de chat que profundizan sobre algunas misiones o la condición de ser un habitante de la ciudad nocturna, novelas breves de personajes transexuales (y también transhumanos) y sus aventuras eróticas, manuales de tecnología vintage, entre otras especialidades del mundo. Sin embargo, hay dos libritos especialmente rudos, los cuales sientan las aspiraciones narrativas de nuestro vastísimo juego de luces neón: un fragmento de la Odisea y un fragmento de Laberinto, de Zymborska. So this way or that, or no, the other, by ear or by your gut, by your wits or by shortcut, de este modo o el otro, o no, el otro, por oído o por instinto, por tu valor o por atajo, por todos los medios necesarios, o tomando caminos siniestros. La Odisea ya la conocemos todos, más allá de su lírica, se suele reconocer como la primera novela del mundo, la novela por excelencia del espíritu humano: viajero y heróico, aventurero y tramposo, donde el regreso a casa es más importante que los dioses, las naciones, la política. El regreso a casa necesita de todas las herramientas posibles: no solo un barco, la armadura y la espada, no solo los amigos o los enviados de tu nación, pero también el intelecto y la labia, la capacidad de engaño y toda lengua necesaria para aplastar a los amantes, los monstruos y los enemigos. Laberinto de Zymborska, a su vez, parece un regreso a la Odisea (un viaje de aventuras es un laberinto) y también parece la oda al mundo abierto, el jugador que siempre está explorando estos horizontes casi infinitos que ocultan secuencias eventuales, abren misiones y le hacen preguntarse a uno por sus decisiones. Odiseo es el jugador / lector en todos los laberintos, también aquellos hechos de código binario. Si acaso los textos pueden saturar al jugador casual, acaban revelando las intenciones profundas de su gente, una suerte de escritor comunitario y anónimo: darle una profundidad narrativa a este lugar hermoso. Si fracasa o tiene éxito dependerá de cada uno de los jugadores que decidieron habitar este paraje. 

No debería costar trabajo recomendar Cyberpunk 2077. Más allá de la palabrería, el ruido que persiste a su alrededor, uno debería poder decir fácilmente si es un juego para todos. Quizás. Personalmente, yo disfruté mis 150 horas de juego. Paralelamente jugué Breath of the Wild, alternando mis horas de juego entre uno y otro. Jugarlos a la vez me hizo ver que no había mucho que distinguiera un paraje del otro, que ambas experiencias de juego son, a su modo, un deleite. Cyberpunk 2077 es una aspiración casi perfecta a quienes crecimos con Blade Runner, Cowboy Bebop, Strange Days. Edificios altísimos, publicidad descarada, cyberpsicóticos que súbitamente se rompen en el mundo que caminan. He soñado con ser un turista perpetuo de este mundo, asimilar sus sonidos y su belleza, adentrarme a sus callejones para descubrir más inteligencias artificiales con la extraña capacidad de leer el alma. Aunque no hay muchas cosas diferentes que hacer, es un bizarro y precioso lugar donde puedes perder el tiempo. 


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